El dilema clásico de la tortilla de patatas es si se hace con o sin cebolla. Sin embargo, en esta ocasión, esto lo dejamos a tu elección. Lo que sí te recomendamos es utilizar el chorizo Ventulà, que se caracteriza por su gran calidad, por ser bajo en aditivos y por ofrecer el equilibrio perfecto entre sabor, aroma y textura. ¿Ya tienes todo? ¡Manos a la cocina!
- Pica el chorizo Ventulà y fríelo en una sartén con una gota de aceite para evitar que se pegue. Cuando ya tenga la consistencia deseada, apártalo y resérvalo.
- En esa misma sartén, sofríe la cebolla bien picada hasta que esté dorada. De esta forma, cogerá todo el sabor del chorizo para impregnarlo en la tortilla de manera más intensa. Cuando ya esté rehogada, resérvala.
- Sin cambiar de sartén, calienta un poco de aceite y fríe las patatas. La clave es freírlas a fuego medio, para evitar que se queden demasiado crujientes por fuera y no se hagan bien por dentro. Puedes cortar las patatas en láminas finas o en dados pequeños.
- Bate los huevos e incorpora el chorizo, la cebolla y la patata a la mezcla. A continuación, echa una pequeña cantidad de sal. No mucha, puesto que el chorizo ya le va a dar suficiente sabor a la tortilla.
Truco: en este paso, puedes incorporar un chorrito de leche para otorgarle más esponjosidad y jugosidad a la tortilla. Asimismo, si quieres que la tortilla quede más cremosa, no batas los huevos en exceso.
- Cuando la sartén esté caliente y con un poco de aceite para evitar que se pegue, vuelca la mezcla en ella y deja que se cocine durante unos minutos. Cuando veas que empieza a burbujear, es el momento de darle la vuelta a la tortilla y terminar de hacerla por el otro lado. Cuanto menos cuajada te guste, menos tiempo deberás dejarla en la sartén.
Siguiendo estos pasos, tendrás lista una tortilla de patatas con chorizo que podría estar en cualquier menú de restaurante.